Un desastre adorable

Esta es una de las obras más dulces que se pueda ver. Doña Desastre, protagonizada por Wendy Ramos y dirigida por Nishme Sumar se presenta en el Teatro La Plaza de Larcomar.

Una mujer de vestuario pomposo, sombrero de florero, y rostro sorpresivo aparece dormida debajo de un monumento listo por inaugurar: Doña desastre, aparece en primera escena y desde ya se percibe como el ser más adorable.

En una ciudad tan caótica, acelerada y automatizada, ¿podría encajar doña desastre? En un inicio parece que esta peculiar mujer incrementa el estrés de todo aquel que la rodea, justamente por su comportamiento espontáneo y fresco, pero luego su noble corazón cautivará hasta al más reprimido.

Desprendida, inocente y tierna Doña Desastre nos enseña a más de uno que su distracción se debe a una infancia donde fue criticada continuamente o quizás castigada por ciertos estúpidos errores que generalmente uno comete de niño.

El elenco conformado por Wendy Ramos, Ricardo Velásquez, Franco Cabrera, Moyra Silva y Franklin Chávez – es según la directora – el grupo actoral soñado desde hace mucho tiempo.

Super Doña Desastre al rescate 

Solo una mujer con un corazón tan grande puede salvar a un pueblo entero de un desastre natural. En el nudo de la historia surge la transformación de “Doña Desastre” a “Super Doña Desastre al rescate”. Junto a su tina mágica, la protagonista logrará salvar a más de uno.

Esta fantástica historia es el sueño hecho realidad de niños y adultos. Burbujas, colores armónicos, melodías que apaciguan el espíritu y un talentoso elenco de actores. Parece mentira pero el hecho de ser una obra teatral sin palabras permite que el público se quede totalmente absorto en la historia.

«Yo soy muy distraída y muy desastrosa, la diferencia es que a mí nadie me lo dijo”, sostuvo Wendy Ramos.

En entrevista para Teatro Lima, Wendy Ramos, nos comenta cómo la cautivo el personaje de Doña Desastre y las razones para sentirse muchas veces identificada con el divertido personaje.

El Dato:

Consigue tus entradas en teleticket y en la boletería del Teatro La Plaza. No hay excusas, el montaje estará hasta el 8 de abril, sábados y domingo a las 4:00 pm. ¿Qué esperas?

Todo es Rojo

Por Cristina Flores Cateriano.

La obra teatral Rojo inicia con una melodía literalmente amable. Es como si te balancearas en el agua, trasladándote al inicio de la obra. De espaldas, es imposible no reconocer al gran Alberto Isola fumándose un puro. Pareciera que su lenguaje corporal hablara, como diciendo: “hey, lo tengo todo  fríamente calculado; calla y observa».

¿Qué vez? – grita su personaje, Mark Rothko. Con la pregunta, simplemente, ya estás inmerso en la escena.

La voz de Isola es intimidante. ¡Parece que sus pulmones se desarrollaron bastante bien desde pequeño!

Se pierde Rothko en el fin de una era

La historia parte desde fines de los 50, una época donde el expresionismo abstracto se diluía en el pop y el arte realista. ¿Es este el quiebre emocional del protagonista?

En 1958, Mark Rothko recibió la propuesta más irónica de su vida: adornar los murales del lujoso restaurante Four Seasons de Nueva York. Le pagarían una indespreciable suma de dinero, casi un récord en la época. Aquí parte la disyuntiva. ¿Venderse en contra de sus principios o pintar por amor y rechazar el dinero?

En la superficie Mark Rothko es refinado, inconforme y vehemente. Pero en el corazón de la manzana, el incomprendido artista se muestra abatido, depresivo y aterrado pues solo busca que las personas comprendan con exactitud el valor del color rojo.

La atormentada relación padre – hijo

¿Qué vez? – Mark Rothko.

“Sé especifico. No, sé exacto, pero sensible, ¿entiendes? Sé amable, sé  un ser humano por una vez en tu vida. ¡Estas pinturas merecen compasión! – replica el protagonista.

Aparece Rómulo Assereto, en el personaje de Ken, un ingenuo asistente con rostro ansioso. Entre pregunta y respuesta solo atina a decir, ¿Rojo?

Rothko no quiere ser padre de Ken, pero no hace nada más que comportarse de la forma más paternal posible. Siempre cuestionando los sentimientos de su asistente, indagando en sus miedos, transmitiéndole su ideología.

Esta obra teatral está llena de catarsis y disputas por las dos partes. Se parte entre la riqueza de un aprendiz y la sabiduría de un padre.  A pesar de mantener mucha teoría e información la interpretación y – en ciertas escenas- el sarcasmo de los actores la hace mucho más digerible.

Quizás la palabra que resume todo este texto es visceral. Todo lo que transmite la interpretación de los actores va desde las entrañas.

Finalmente, me quedo con esta última frase, “Tenemos el arte para no morir a manos de la verdad” (Nietzsche).

Teatro La Plaza

La Obra Teatral “Rojo” escrita por John Logan y dirigida por Juan Carlos Fisher va desde el 19 de Marzo hasta el 10 de Abril. Las entradas pueden encontrarlas en Teleticket o en la boletería del Teatro La Plaza en Larcomar.